jueves, 9 de enero de 2014

Traumatismo maxilofacial

El manejo inicial de este tipo de traumatismos es el mismo que el del paciente con TCE, hasta que se descarte la existencia de lesiones intracraneales.

La importancia de los traumatismos faciales radica en el riesgo de:
Riesgo de poner en peligro la permeabilidad de la vía aérea.
Su espectacularidad. Su posterior afectación estética y funcional.


-Valoración:
·Incluye la valoración inicial de cualquier politraumatizado.
·No suelen presentar riesgo vital, pero la obstrucción de la vía aérea y 
la hemorragia si pueden ser desencadenantes de este riesgo.
·Las lesiones de partes blandas son evidentes.
·Realizar cuidadosamente una inspección intraoral comprobando la 
permeabilidad de la vía aérea.
·Examinar las heridas: extensión, profundidad, afectación de vasos y nervios, posibles fracturas subyacentes.
·Palpar los rebordes óseos faciales (marcos orbitarios, esqueleto nasal, contorno mandibular), con suma delicadeza.
·Verificar la correcta oclusión dentaria y la movilidad de los cóndilos mandibulares con la apertura y cierre bucales.


-Manejo del paciente:

·Vía aérea:
Poner al paciente en decúbito lateral o supino con la cabeza a un lado para evitar la caída de la lengua, que puede facilitarse por la existencia de fracturas mandibulares.
Retirar cuerpos extraños de la orofaringe si los tuviese, y sólo sin son visibles.
Valorar la colocación de una cánula orofaríngea, según el nivel de conciencia, para asegurar la permeabilidad de la vía aérea, en paciente inconsciente.
Intubación orotraqueal con ventilación mecánica si precisara.

·Hemorragias:
Suelen ser copiosas.
Realizar compresión en heridas visibles y sangrantes.
Traslado a un centro hospitalario con servicio de cirugía maxilofacial para tratamiento definitivo.

·Lesiones faciales:
Lavar las heridas, control de hemorragias y traslado al hospital.
Si tras valorar ABC, el paciente está inestable o hay complicaciones, se avisará al SVA.





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