lunes, 5 de octubre de 2015

Anatomía y fisiología del sistema endocrino





INTRODUCCIÓN 
El sistema endocrino está formado por glándulas endocrinas que producen mensajeros químicos, llamados hormonas, que ayudan a controlar y regular partes, sistemas, aparatos y hasta órganos individuales del cuerpo mediante su liberación hacia el torrente sanguíneo Los componentes del sistema endocrino son el hipotálamo, la hipófisis, la tiroides, las paratiroides, el páncreas, las glándulas suprarrenales, los ovarios y los testículos.

Las hormonas tienen la finalidad de actuar como mensajeros, de forma que regulan las actividades de diferentes partes del organismo y se clasifican en proteicas, esteroides y aminas. Las hormonas proteicas están compuestas por cadenas de aminoácidos producidas en la hipófisis, la paratiroides y el páncreas, y sus receptores se encuentran en la membrana donde comienza una serie de reacciones que dan lugar a productos bioquímicos. Las hormonas esteroideas son derivadas del colesterol y pueden atravesar la célula y unirse con su receptor que se encuentra en el citoplasma de la célula blanco; este tipo de hormona es secretada por la corteza suprarrenal y las gónadas. Por último están las hormonas aminas, que son secretadas por la glándula tiroides y la médula suprarrenal, cuyo receptor se encuentra en el núcleo de la célula.


HIPOTÁLAMO 
Es una glándula que a través de las hormonas estimula la hipófisis para que secrete hormonas que estimulan o inhiben otras glándulas. Es conocida como glándula maestra, ya que regula el funcionamiento de varias glándulas endocrinas y es el centro responsable de la coordinación del sistema endocrino. Para su funcionamiento recibe información de la corteza cerebral y del sistema nervioso autónomo, e interpreta los estímulos ambientales. En respuesta a estos estímulos el eje hipotálamo–hipófisis regula las actividades de la tiroides, las suprarrenales y las gónadas, así como las funciones de crecimiento, producción de leche y equilibrio hídrico.



El hipotálamo secreta hormonas estimuladoras, como la hormona liberadora de corticotropina, la hormona liberadora de la hormona de crecimiento, la hormona liberadora de gonadotropina, la hormona liberadora de tirotropina, los factores liberadores de prolactina y las hormonas inhibidoras, los factores inhibidores de prolactina y la hormona inhibidora de la hormona de crecimiento.


HIPÓFISIS
Es una glándula que tiene forma de pera y se encuentra en una estructura ósea llamada silla turca; se localiza debajo del cerebro y está formada por dos lóbulos: el anterior y el posterior.

El lóbulo anterior, denominado también adenohipófisis, es controlado por el hipotálamo mediante sustancias parecidas a las hormonas, que llegan hasta los vasos sanguíneos que conectan a las dos zonas y produce hormonas que estimulan la función de otras glándulas: la adrenocorticotropina, que estimula la corteza suprarrenal, la tirotropina, que controla el tiroides, la hormona estimulante de los folículos y la hormona luteinizante, que estimulan las glándulas sexuales, la prolactina, que influye en la producción de leche por las glándulas mamarias, y la hormona somatotropa, que mantiene en actividad el cuerpo lúteo y estimula la producción de leche en la mujer. También actúa en la producción de la hormona del crecimiento o somatotropina, que favorece el desarrollo de los tejidos del organismo, en particular la matriz ósea y el músculo, y de la hormona estimuladora de los melanocitos, que estimula la síntesis de melanina.



La hipófisis posterior, también llamada neurohipófisis, es controlada también por el hipotálamo, pero mediante impulsos nerviosos; se encarga de secretar la oxitocina y la hormona antidiurética, ambas producidas por el hipotálamo y almacenadas en la hipófisis. La oxitocina se encarga de las contracciones uterinas durante el parto y estimula la expulsión de leche de las mamas, mientras que la antidiurética controla el agua excretada por los riñones y ayuda a mantener la tensión arterial elevada.


TIROIDES
Es una glándula que se sitúa por debajo del cartílago tiroides en la región anterior del cuello; está formada por dos lóbulos laterales con forma de mariposa y conectados en el centro por un istmo estrecho; tiene un peso aproximado de 30 g.



Es responsable de la regulación de los procesos metabólicos en el organismo y es esencial para el crecimiento normal del organismo en la infancia. Sus funciones las lleva a cabo mediante la secreción de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), las cuales influyen en la maduración y el desarrollo de los tejidos, en la producción de energía y de calor, en el metabolismo de nutrientes, en las funciones mentales, cardiacas, respiratorias, sexuales y reproductivas, así como en la secreción de calcitonina, que disminuye los niveles de calcio en la sangre e inhibe su reabsorción ósea, todo bajo el control de la hormona hipofisaria (TSH) Los procesos son regulados mediante retroalimentación.


PARATIROIDES
Constituyen dos pares de glándulas que se encuentran al lado de los lóbulos de la tiroides.



Su función consiste en regular los niveles sanguíneos de calcio y fósforo. y estimular la reabsorción ósea.


PÁNCREAS
Está situado en el abdomen por debajo del estómago, conectado al intestino delgado a través del ámpula de Vater. La porción endocrina del páncreas libera insulina y glucagón por medio de las células alfa y beta situadas en los islotes de Langerhans.



La insulina actúa sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas, aumentando la tasa de utilización de la glucosa y favoreciendo la formación de proteínas y el almacenamiento de grasas. El glucagón aumenta de forma transitoria los niveles de glucosa en la sangre mediante su liberación procedente de los almacenes situados en el hígado.


GLÁNDULAS SUPRARRENALES
Son órganos secretores situados sobre el riñón; están formadas por una zona interna, denominada médula, y una externa, que recibe el nombre de corteza.



La médula produce adrenalina y noradrenalina reguladas por el sistema nervioso simpático, que afectan a un gran número de funciones del organismo, como la estimulación de la actividad del corazón, el aumento de la tensión arterial y la contracción y la dilatación de los vasos sanguíneos y la musculatura. La adrenalina eleva los niveles de glucosa en sangre, contribuyendo a que el organismo enfrente situaciones de urgencia de forma más eficaz. La corteza suprarrenal elabora glucocorticoides bajo el control de la hormona adrenocorticotropa (ACTH) liberada por la adenohipófisis, los cuales incluyen la corticosterona y el cortisol, y mineralocorticoides, los cuales contienen aldosterona y otras sustancias hormonales esenciales para el mantenimiento de la vida y la adaptación al estrés. Las secreciones suprarrenales regulan el equilibrio de agua y sal del organismo, influyen sobre la tensión arterial, actúan sobre el sistema linfático, influyen sobre los mecanismos del sistema inmunitario y regulan el metabolismo de los carbohidratos y de las proteínas, además de que producen pequeñas cantidades de hormonas masculinas y femeninas.




OVARIOS
Son estructuras pares con forma de almendra que se sitúan a ambos lados del útero en la mujer. Los folículos ováricos producen óvulos y segregan estrógenos, los cuales son necesarios para el desarrollo de los órganos reproductores y de las características sexuales secundarias.



Los ovarios son responsables de secretar progesterona, la cual ejerce su acción principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento del embarazo.
La progesterona actúa junto con los estrógenos favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la vagina. Los ovarios también elaboran relaxina, la cual actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el cuello del útero provocando su relajación durante el parto y facilitando así el alumbramiento.


TESTÍCULOS
Son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el escroto a través de las células de Leydig, que producen una o más hormonas masculinas, denominadas andrógenos, y contienen las células que producen espermatozoides o gametos masculinos.

La testosterona estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y de las vesículas seminales, y estimula la actividad secretora de estas estructuras.







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