INTRODUCCIÓN
La mayor parte de las lesiones por electricidad se producen de forma accidental en el hogar con corrientes de bajo voltaje (110-220 v). Las corrientes de alto voltaje (> 1000 V) generalmente se dan en la industria, produciendo quemaduras por la transformación de energía eléctrica en calor. Las corrientes producidas por la electricidad atmosférica (rayos o relámpagos) son energías que sobrepasan los 100 millones de voltios, pero debido a la instantaneidad del flujo de la corriente, la cantidad de energía que se descarga internamente en la víctima puede ser menor que en el choque eléctrico de alto voltaje.
En general son poco frecuentes, suponen el 1% de las muertes accidentales. La incidencia tiene una distribución bimodal, con dos picos, uno en varones de 15 a 45 años, como accidentes laborales y otro a la edad infantil como accidentes domésticos.
DEFINICIÓN
1. Electrocución:
Entendemos por electrocución el conjunto de lesiones provocadas por el paso de una corriente eléctrica a través del cuerpo humano.
Estas lesiones se derivan de un efecto puramente eléctrico y del calor liberado por el paso de cualquier corriente eléctrica a través de una resistencia.
Efectos puramente eléctricos:
- Tetania: contracción muscular involuntaria y sostenida.
- Parestesias (Hormigueos).
- Dolor.
- Arritmias:
· Fibrilación ventricular (FV).
· Asistolia.
- Parada respiratoria.
Efectos térmicos:
Quemaduras de órganos internos en el trayecto de la corriente eléctrica, externamente poco aparentes.
2. Fulguración:
Electrocución producida por fenómenos atmosféricos (Rayos).
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA GRAVEDAD DE LAS LESIONES
La quemadura eléctrica se debe a la conversión de la energía eléctrica en calor.
Los factores que determinan la gravedad y la distribución de la lesión son:
- Tipo de corriente.
- Intensidad de la corriente (Amperios).
- Potencial de la corriente (Voltaje).
- Resistencia ofrecida por el cuerpo.
- Trayectoria de la corriente.
- Tiempo de contacto.
- Tipo de corriente (Alterna o continua).
Corriente continua: La generan los rayos, las baterías de los coches y los desfibriladores; es menos peligrosa que la alterna. Si el voltaje es alto produce espasmo muscular; la víctima es proyectada desde la fuente eléctrica, originando en algunos casos lesión traumática.
Corriente alterna: Es tres veces más peligrosa que la continua, estimula las fibras musculares lisas entre 40 y 100 veces por segundo, produciendo una contracción muscular tetánica, que impide a la víctima soltarse de la fuente de corriente, prolongándose la duración de la exposición.
LESIONES POSIBLES
- Cardiovasculares:
- Muerte súbita: por Fibrilación Ventricular o asistolia.
- Disminuciones eléctrica: arritmias.
- Disminuciones mecánicas: daño miocárdico, hipoquinesia, disquinesia o movimientos anómalos.
- Hipotensión, hipertensión.
- Trombosis vasculares, hemólisis, rotura de vasos.
- Pulmonares:
- Paradas respiratoria:
· Por tetania de los músculos respiratorios.
- Edema pulmonar.
- Neurológicas:
- Alteración del nivel de consciencia, convulsiones.
- Grados diversos de parálisis.
- Sordera.
- Trastornos visuales.
- Cutáneas:
- Quemaduras eléctricas: típicas con un área central carbonizada y alrededor un halo de color grisáceo. Hay que buscar la lesión de entrada y salida.
- Quemaduras térmicas: secundarias por calentamiento de objetos metálicos pegados al cuerpo o quemaduras internas por calentamiento de tejidos.
- Quemaduras por arco voltáico: son quemaduras térmicas.
- Renales, metabólicas:
- Insuficiencia renal aguda.
- Mioglobinuria.
- Trastornos electrolíticos.
- Gastrointestinales:
- Íleo paralítico.
- Hemorragias digestivas.
- Úlceras por estrés (úlcera de Curling).
- Necrosis hepáticas y/o pancreática.
- Muscular:
- Mionecrosis.
- Síndrome compartimental.
- Esqueléticas:
- Entre un 5 al 15% de los pacientes presentan fracturas de diversa localización y consideración.
- Infecciosas:
- Estos pacientes son muy propensos a sufrir complicaciones de tipo infeccioso por lo que se debe intentar mantener en un ambiente lo más aséptico posible.
- Durante el embarazo:
- Posibilidad de aborto espontáneo y/o muerte fetal intraútero.
MANEJO DEL PACIENTE ELECTROCUTADO
Medidas de autoprotección:
En todos los casos es importante valorar antes que al paciente los posibles riesgos y situaciones especiales que pueden afectar al equipo durante la intervención.
En el caso de una electrocución, la primera medida a adoptar es asegurarse de que la corriente eléctrica ha sido cortada y nunca acercarse al paciente hasta estar seguros.
En caso de que el paciente todavía se encontrase expuesto a la fuente de la descarga intentaremos eliminar dicha exposición, si fuera posible, mediante algún objeto no conductor tales como listones de madera, cuerdas, etc.
Valoración y estabilización iniciales:
Una vez aislado el paciente de la fuente eléctrica procederemos a realizar la valoración y estabilización iniciales siguiendo el esquema del ABCDE.
En caso de múltiples víctimas electrocutadas se sigue la regla del triaje inverso, es decir, se iniciará medidas de soporte vital en los pacientes en parada ya que suelen ser pacientes jóvenes con elevadas probabilidades de supervivencia y los pacientes que no han sufrido parada cardiaca durante la exposición es improbable que la sufran a posteriori.
Si el paciente está en parada respiratoria, cardiorrespiratoria o inconsciente (Glasgow < 9) y se dispone del material y el personal necesarios se iniciarán maniobras de soporte vital avanzado; en caso contrario se activará el sistema de emergencias médicas.
Movilización e inmovilización:
Una vez estabilizados y corregidos los problemas que ponen en peligro inmediato la vida se procederá a movilizar al paciente hasta el medio de trasporte que vaya a utilizar. Para mover al paciente tenemos que considerar que es un paciente traumatizado y se emplearán las adecuadas medidas de inmovilización:
- Collarín cervical.
- Camilla de cuchara o tabla espinal larga.
- Colchón de vacío.
- Dama de Elche.
- Férulas para inmovilizar los miembros fracturados.
Valoración secundaria:
Se intentará obtener información sobre el tipo de corriente, voltaje y tiempo de exposición y antecedentes patológicos del paciente. Observaremos el punto de entrada y salida. Se valorarán las causas y circunstancias acompañantes del accidente tales como intoxicación previa, intento de autolisis, agresión, etc.
Se realizará una valoración completa del paciente de la cabeza a los pies según el siguiente esquema:
- Si no se ha hecho ya se monitorizará el electrocardiograma y la pulsioximetría.
- Se tomará la tensión arterial.
Traslado:
Se mantendrá al paciente lo más hidratado posible protegiendo las quemaduras y vigilancia continua de las constantes vitales y con un tratamiento similar en todos los efectos al del paciente politraumatizado, intentando evacuar lo antes posible a un centro de quemados.
FULGURACIÓN. CONSIDERACIONES ESPECIALES
Consideraremos fulguración a la electrocución producida por fenómenos atmosféricos (rayo), con una serie de peculiaridades que esta electrocución tiene:
- La intensidad de corriente suele ser mayor que en el resto de electrocuciones.
- Buscaremos las lesiones cutáneas típicas en arborescencia de hoja de helecho, y habrá que tener en cuenta posibles lesiones traumáticas.
- Pueden producir una rotura muscular muy extensa, con los riesgos que esto supone para la infección o la producción de insuficiencia renal por rabdomiolisis.
- Valorar lesiones por hipotermia por el retraso frecuente en la evacuación y traslado debido a la tormenta.
- Pensar en la posibilidad de lesiones en órganos sensoriales, como el desprendimiento de retina y catarata tardía, o auditivas como rotura timpánica o lesiones en el laberinto.
- Trastornos tardíos del ritmo cardiaco que requieren una vigilancia de 24 a 48 horas.
ADVERTENCIA
Cuidado a la hora de rescatar a una persona a la que le está dando una descarga eléctrica, no nos vayamos a quedar pegados a ella.
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